Oil on canvas 1.979 - Exposición Banco de la República - BLAA
Oil on canvas 1.979 - Exposición Banco de la República - BLAA
La infancia de oscar Alzate no fue fácil, su padre huye con su esposa e hijos de la cruel violencia de los cincuentas, instalándose en Palmira, Valle, donde deben comenzar denuevo, allí nace Oscar entre las vicisitudes comunes de una familia de esa época; a los 8 años su madre Inés muere, dejando un vacio muy grande en el y en toda la familia; en la adolescencia comienza su gusto por el arte y su empatía con el movimiento hippie, lo cual produce un fuerte enfrentamiento con su padre quien se opone drasticamente a su intencíon de ser artista, por lo cual a los 19 años se instala en Bogotá, donde se inscribe a Bellas artes en la Universidad Nacional. De allí la vida de Alzate transcurre en el centro de Bogotá, donde recorre calles frias y solitarias que lo conducen a sus primeras obras, retratando prostitutas en las calles y fachadas solitarias; hasta que en 1.974 comienza un viaje como fotógrafo por el bajo Magdalena.
En este viaje se encuentra con un objeto común en los mercados y que hoy, tan solo queda el recuerdo plasmado por los cuadros de Alzate, las muñecas de trapo.En estas muñecas Alzate retrata la violencia que se vivió en muchos de estos pueblos y que se veía reflejada en las miradas tristes y melancólicas de las muñecas, quienes transmitían los sentimientos de sus verdaderas dueñas, que eran las costureras de provincia, plasmando sus vivencias y dolores en estos juguetes populares.
"Las imágenes de muñecas de trapo que aparecen en sus cuadros hacen que nos preguntemos sí un tema así, menor, justifica que el pintor se ponga a trabajar. Y lo cierto es que trasciende las aparentes limitaciones del asunto y pasa a un nivel de discusión interesante por cuanto las pintadas son mucho mas muñecas que las de verdad y mucho mas personajes que aquellos otros, los de la vida real, a los cuales se refieren, indudablemente, en afan de hacer parábolas, símiles y metáforas...
El proceso de la pintura de Oscar Alzate indica una constancia que lo acerca cada vez mas a la excelencia en la narración. Su cuidado se refiere progresivamente hacia la capacidad para hacernos creer en la verdad de los trapos y de las superficies con que se hacen estas muñecas. La necesidad de obtener una verosimilitud absoluta lo impulsa a cuidar cada vez mas el oficio. No lo incita la voluntad de relamer las superficies. Por el contrario, quiere hacernos caer en cuenta de la grotesca farsa alrededor de la cual gira la existencia de tantos de nosotros".
Galaor Carbonell